Albacete pasa de Villa a Ciudad en una noche.

El cambio se origino el 25 de noviembre de 1862, cuando los 17.000 vecinos que habitaban la villa de Albacete, se acostaron una noche en una villa, y se levantaron en una ciudad al día siguiente, el 26 de noviembre de 1862. 

Esto fue debido a un Real Decreto, firmado por la reina Isabel II, por el que se ascendía de rango al municipio de Albacete.

¿Que versiones existen sobre el cambio?  

Hay dos versiones sobre las causas del nombramiento de ciudad al municipio de Albacete, que pueden ser complementarias la una con la otra. La primera versión cuenta, que con motivo de la inauguración oficial de la línea ferroviaria del mediterráneo, en 1858, la reina Isabel visitó el municipio de Albacete y en su intervención cometió el error de llamar ciudad al municipio de Albacete, que aún era villa, y nadie se atrevió a corregir a la monarca, ya que de su fuerte carácter era famosa.

La segunda versión nos cuenta que el nombramiento fue dado como reconocimiento a la lealtad de los albaceteños a la causa liberal durante las guerras carlistas, y a la evolución lógica del proceso iniciado en 1833, con la reordenación administrativa realizada por el ministro Javier de Burgos, por la que se creaba la provincia de Albacete con capital en el municipio del mismo nombre, apoyando a dicho nombramiento la creación de la Audiencia Territorial en 1834, reforzando la idea la llegada del ferrocarril en 1855 y propiciando el nombramiento de ciudad en 1862.

Si tenemos en cuenta el texto del Real Decreto, esta última versión parece ser la oficial, ya que en dicho texto hace referencia a la importancia de su población y riqueza que tiene la capital de la provincia, junto a ser residencia de la Audiencia Territorial, por lo que la capital de la provincia pasa de ser villa a ciudad. Firmado el 26 de noviembre de 1862, por el Ministro de la Gobernación Posada Herrera.

¿Como influye el ferrocarril en su nombramiento?

A la ciudad de Albacete de la época, la línea del ferrocarril empezaba a condicionar el desarrollo de la ciudad que se encontraba en una primera fase de expansión, ya que  el municipio hasta la llegada del ferrocarril era una villa principalmente agrícola y artesanal, que además padecía los ataques de las tropas carlistas llegando incluso a ser ocupada por pequeños periodos de tiempo. Es a partir de 1845, que la amenaza carlista se disipa y la población empieza a crecer, a partir de que el ferrocarril llega a Albacete en 1855 y posteriormente llega hasta Valencia en 1858, cuando en 1861 Albacete inicia su primera fase de industrialización. Pudiendo decir que la llegada del ferrocarril fue determinante para el desarrollo de Albacete, y para su ascenso de rango. Su nombramiento se debe en gran medida a la llegada del ferrocarril.